El pasado 17 de enero, La Magia de Albert Llorens estrenó, en la Sala Àgora de Sabadell, "Médium", una pseudo-demostración psíquica que ha traído, trae y traerá cola. Entre sus asistentes, contamos con la presencia del profesor Sebastià D'Arbó.
Sebastià D'Arbó, Albert Llorens y Mª Antònia Cabistany |
¿Qué es "Médium"?
Es más fácil describir qué no es. "Médium" no es un espectáculo de mentalismo, ni de magia, ni de ilusionismo. De hecho, ni siquiera es un espectáculo. Es una demostración de fenómenos que se acercan a la parapsicología y los efectos paranormales.
¿Premonición, clarividencia, percepción extrasensorial?
No. En el espectáculo no se proclama que en ningún momento suceda un efecto paranormal. Justamente, se explica lo contrario. A través de la sugestión, el lenguaje y un poco de suerte (que se tiene que saber explotar) Albert Llorens se presenta ante el público sin ninguna información previa y empieza a conectar con distintas personas de entre el público: revela su estado de ánimo, sus preocupaciones, sus ilusiones y sus planes de futuro.
Si no hay truco, ni tampoco experiencias paranormales, ¿qué hay?
Lectura en frío. Reacción ideomotora. Lectura muscular. Y una buena dosis de psicología para conectar con el público. Además, se exponen ejemplos de tarot, psicometría, astrología y quiromancia, desde el respeto hacia todas las personas que crean en estas disciplinas. Sin embargo, se demuestra como se pueden imitar los resultados y, dicho por personas asiduas a demostraciones de los que proclaman que sí es posible, consiguiendo algunas veces más precisión que <<los de verdad>>. Que cada cuál extraiga sus propias conclusiones. En ningún caso es el objetivo del espectáculo hacer cambiar de parecer a unos ni a otros en sus convicciones más íntimas.
¿Quién tiene que ir?
Aquél que quiera, que sea mayor de edad y que no se considere extremadamente susceptible o influenciable. Los escépticos verán cosas tan sorprendentes que, pese a poder ser explicadas por fenómenos neuromusculares (el péndulo, la telepatía muscular,...), resultan ser casi incomprensibles. Los creyentes en el mundo paranormal verán experiencias similares (que no significa iguales) a los efectos proclamados como paranormales.
¿Son todos los videntes/clarividentes/médiums/... unos estafadores?
No se puede afirmar. Sólo alguien que hubiera hablado con los más de 7 millones y medio de personas que habitamos la Tierra podría contestarlo. Hay gente inteligente, culta y curiosa que cree. Se merecen todo el respeto. Hay otros que, además, han tenido experiencias intuitivas. Para el escéptico, esto sólo demuestra la existencia de las coincidencias. Todo el respeto hacia estas personas también. Eso sí, por otro lado, hay unos personajes que, tomando prestadas las palabras del mismo profesor d'Arbó, son "profesionales de 8 a ocho", y que siendo o no conscientes de que están vendiendo mentiras, estafan. Es por culpa de ellos que las personas del primer grupo, inteligentes, cultas y curiosas, que han vivido una experiencia que no todo el mundo ha tenido la suerte de experimentar son vistas, por parte de los que se lo miran desde el otro lado, como "freaks" o "frikis". Si a alguien le tendría que gustar esta demostración es a todos los que creen, han experimentado, o poseen alguna cosa que se pueda considerar paranormal de verdad, ya que en nigún momento se les señala a ellos.
Una nota para los más escépticos
Pese a que todos los fenómenos de la demostración son naturales, explicables y documentados, resulta curioso que, en cada demostración, el péndulo pueda saparar tarjetas de forma clara e inequívoca según las características de las personas cuyo nombre está escrito, o que una persona de entre el público, no entrenada en la lectura muscular, respuesta ideomotora, cumberlandismo o hellstronismo pueda encontrar a otra. O que, cuando Albert Llorens baja entre el público y pide un objecto de una persona y dice en voz alta la primera palabra que le viene a la mente, siempre acaba encajando con la persona. Coincidencia?
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